dimecres, 22 de maig del 2024

Los obispos europeos y el envenenamiento pérfido de la mentalidad

Iglesia en Dublín (Irlanda) transformada en «pub».

 

Los obispos europeos y el envenenamiento pérfido de la mentalidad



Los obispos de la COMECE, como quinta columna de la Revolución, animan a los jóvenes a votar para defender el «proyecto europeo», proyecto que conduce a Europa a la apostasía, la islamización, la ideología de género y la ruina material y moral.




«Existe un mal peor y más mortífero que la persecución: es el envenenamiento pérfido de la mentalidad», nos enseñó San Cipriano.

Un nuevo episodio de ese envenenamiento pérfido ha sido esparcido en marzo de este año por parte de los Obispos de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) los cuales, ante las «elecciones» al Parlamento Europeo del próximo mes de junio, han evacuado dos documentos ponzoñosos donde animan a los jóvenes a votar «para contribuir al proyecto europeo que es su futuro».

Así, los Obispos de la COMECE invitan a «votar por personas y partidos que apoyen claramente el proyecto europeo y que creemos razonablemente que promoverán nuestros valores y nuestra idea de Europa, como el respeto y la promoción de la dignidad de cada persona humana, la solidaridad, la igualdad, la familia y el carácter sagrado de la vida, la democracia, la libertad, la subsidiariedad, la salvaguardia de nuestra Casa común».

Bousset señalaba en la Iglesia dos clases de persecuciones: «La primera tiene sus comienzos bajo el Imperio romano, en la que la violencia prevaleció; la segunda, al fin de los siglos, será el reinado de la seducción». Seducción que hoy intentan ejercer los propios obispos europeos al ganar almas no para Dios sino para el «proyecto europeo» impío, disfrazado de palabras huecas y de «valores cristianos», valores cambiantes como en la Bolsa de Acciones. Esto resulta ser un error abominable, pues —parafraseando a Blanc de Saint-Bonnet— se atribuye a Dios el fruto de la perversión de los hombres y, a los hombres perversos, los frutos que nos vienen de Dios.

Recordemos —a modo de ejemplo de esa «democracia»— que la Unión Europea tiene la intención de declarar el aborto como «derecho fundamental» a imitación de la ley inicua ya perpetrada recientemente en Francia por Macron. Ésa es la «democracia» que defienden los obispos de la COMECE.

Miguel Ayuso distingue dos acepciones de democracia: como simple sistema de elección de gobernantes y como ideología que fundamenta el poder y la verdad. Ésta última sería la aberración moderna que ha engullido a la primera y, a partir de ahora, estaría «canonizada» por los obispos europeos.

La Europa actual ha apostatado de Cristo; convierte sus Iglesias en bares musicales y gimnasios; olvida el fin trascendente del hombre y el fin último de la sociedad; promueve sin control la inmigración islámica y su natalidad en Europa al tiempo que fomenta el aborto entre las mujeres europeas; arruina a los agricultores europeos; impone la ideología de género, la LGTBI y la feminista… En esta Europa postmoderna y anticristiana, los obispos europeos defienden públicamente ese «proyecto europeo» envilecido, satánico, y envenenan la mentalidad de los fieles para que lo acepten, lo defiendan y participen en ese sistema mediante la ficción de su voto.

Así, los obispos de la COMECE actúan como la «quinta columna de la Revolución» —que diría Jean Ousset— y ejercen como funcionarios de la podrida Unión Europea, como sirvientes de la Logia y de la Sinagoga (valga la redundancia), seduciendo a los fieles con su veneno pérfido para que participen, con la ficción de su voto, en la construcción de la nueva sociedad anticristiana, edificada sobre el cadáver de la antigua Cristiandad y escupiendo sobre los huesos de los Santos de la Iglesia.

Josep de Losports
Círculo Tradicionalista Ramón Parés y Vilasau (Barcelona)

 

 

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