dissabte, 13 de setembre del 2025

Los vecinos del barrio de Sants se manifiestan contra la delincuencia

Manifestación vecinal contra la inseguridad, en el barrio de Sants de Barcelona, el pasado 2 de septiembre de 2025.

 

 

Los vecinos del barrio de Sants se manifiestan contra la delincuencia


El fracaso liberal ahoga los barrios en la inseguridad



Barcelona (Agencia FARO).— Los vecinos de Sants-Montjuïch se manifestaron el pasado viernes 5 de septiembre por las calles de la Zona Franca contra la inseguridad que sufren en su barrio. Exigen mayor presencia policial y un endurecimiento de las sanciones a los incívicos.

 

Con el grito de «¡Basta ya de vivir con miedo!», los vecinos pusieron en evidencia el rotundo fracaso del modelo de sociedad impuesto por el liberalismo y sus administraciones, tanto del régimen del 78 como de la mal llamada Generalitat, artefacto moderno que usurpa el nombre de la institución tradicional, de la auténtica Generalitat.


Los manifestantes, ciudadanos de a pie hastiados de sufrir robos, vandalismo y una sensación creciente de impunidad, han señalado con razón a la dejación de las autoridades. Su protesta es la punta de lanza de un malestar profundo, el mismo que desde estas mismas páginas venimos denunciando: la ideología liberal, en su negación de toda moral objetiva y su culto al individuo desarraigado, es la causa primera de la delincuencia y la inseguridad ciudadana.


Como bien expuso el Círculo Tradicionalista de Barcelona recientemente, el liberalismo es la causa, no la solución, de la delincuencia actual: el sistema vigente ha creado el caldo de cultivo perfecto para la criminalidad. En efecto, al apartar a Dios y a la Ley Natural de la vida pública, al promover una «libertad» sin responsabilidad y un «progreso» sin referentes éticos, ha destruido los lazos comunitarios que antaño protegían a las personas. Donde antes había una comunidad unida por la fe, las tradiciones y la ayuda mutua, ahora solo hay un conglomerado de individuos aislados, presa fácil para los depredadores de turno.


El otro pilar de esta crisis, tal como detallamos, es la desidia cómplice de las administraciones. El Estado liberal, lejos de cumplir con su obligación primordial de proteger al débil, prefiere actuar como un mero gestor técnico, aplicando parches y protocolos inútiles, cuando no liberando directamente a delincuentes en una espiral de permisividad que solo beneficia a los malhechores. Mientras, las fuerzas de seguridad, brazo ejecutor de este régimen decadente, ven cómo sus manos están atadas por una maraña de leyes hechas más para proteger al criminal que a la víctima.


Los vecinos de Sants, como los de tantos otros barrios de España, intuyen la verdad que el régimen se empeña en ocultar: que su modelo de sociedad, basado en el materialismo y el negocio de la inmigración masiva e incontrolada, es insostenible. Claman por soluciones que el sistema no puede ofrecerles, porque su esencia liberal le impone mirar para otro lado.


Frente a esta desesperación, el Carlismo no ofrece meros parches policiales, sino una restauración completa del orden natural. Proponemos la única solución real: una Sociedad Tradicional y Orgánica, donde la autoridad, lejos de ser un ente lejano y burocrático, emane de las propias comunidades y se ejerza con deber cristiano de proteger el bien común. Donde la familia, el municipio y el gremio sean los pilares de un orden social que prevenga el delimento en vez de fomentarlo. Donde la justicia, inspirada en el Derecho Natural, actúe con firmeza para restablecer el orden y proteger a los suyos.


La manifestación de Sants es el grito de auxilio de un pueblo que se ahoga en el fracaso liberal. Es hora de que sepan que hay una alternativa, un camino de orden, libertad verdadera y seguridad: el de la España Tradicional y Carlista.


Agencia FARO / Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau

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