dimecres, 16 d’abril del 2025

Crónica de la sesión sobre Juan Vallet de Goytisolo, expuesto por Eulàlia Casas


 

Crónica de la sesión sobre Juan Vallet de Goytisolo, expuesto por Eulàlia Casas


Dentro del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo»



Eulàlia Casas, antigua abogado penalista durante décadas, abordó la figura de Juan Vallet de Goytisolo (1917-2011) en una magistral conferencia que, dentro del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo», tuvo lugar el 6 de marzo de 2025, a las siete de la tarde, en el Centro Cívico Pere Quart, de Barcelona, tal como había sido anunciado en su día.

La ponente fue presentada por Helena Escolano quien destacó algunos datos biográficos: nacida en una familia acomodada barcelonesa, es licenciada en Derecho, fue abogado penalista durante décadas y profesora de Derecho Constitucional durante diez años en la Escuela de Policía de Cataluña (hoy, Institut de Seguretat Pública). Se dedicó al yoga y al New Age, con centro propio donde ejercía de maestra yogui, con relevante éxito. Independentista, miembro destacado del CDR (Comités de Defensa de la República), en su centro de yoga de Arenys de Munt se escondieron las urnas del «referéndum independentista» (en realidad, secesionista) de 2017. Viajaba a Jerusalén con cierta frecuencia para sus actividades de yoga y, a causa de estos viajes, fue investigada por la policía española en relación a posibles vínculos del Mossad con el independentismo catalán: de hecho, el día en que Puigdemont huyó de Barcelona en un maletero, en octubre de 2017, Eulàlia se encontraba en Jerusalén.

Sin embargo, Nuestro Señor Jesucristo tocó a Eulàlia con su Gracia: volvió a la Fe católica tradicional de sus abuelos y esa conversión espiritual la condujo, de forma natural y coherente, al carlismo; superando, por tanto, todo nacionalismo y secesionismo.

Eulàlia comenzó la sesión con una oración a Ntro. Sr.: «Así habría empezado el Rey Jaime I sus batallas y sus Cortes, con una buena oración», afirmó. Y Eulàlia escogió una oración de Santo Tomás de Aquino, porque «Cataluña es profundamente tomista, aunque no lo sepa».

En el nom del Pare, del Fill i de l’Esperit Sant. «Creador inefable, Tú que eres la verdadera fuente de luz y de sabiduría y el principio supremo, dígnate infundir sobre las tinieblas de mi inteligencia el resplandor de tu claridad, apartando de mí la doble oscuridad en que he nacido: el pecado y la ignorancia. Tú, que haces elocuente la lengua de los niños, educa también la mía; infunde en mis labios la gracia de tu bendición. Dame agudeza para entender, capacidad para asimilar, método y facilidad para aprender, ingenio para interpretar y gracia copiosa para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. Tú, que eres verdadero Dios y verdadero hombre, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén».

El pensamiento y la obra de Vallet de Goysiolo son extensísimos, ricos y variados. Eulàlia centró su exposición en las reflexiones de Vallet de Goytisolo sobre Cataluña y el ser catalán, que pueden encontrarse especialmente en la obra titulada Reflexió sobre Catalunya: relligament, interacció i dialèctica en la seva història i en el seu Dret, publicada en el año 2007. En ella, Vallet da una mirada a la realidad catalana, desde el sentido común, centrada en Dios, de Cataluña y España; y de la importancia de una letra que forja el derecho catalán, la tradición y la cultura: la importancia de la letra «Y», que todo lo religa y todo lo une.

De esta forma, Eulàlia introdujo el tema hablando de la importancia de la letra Y: «Hombre verdadero y Dios verdadero, cuerpo y alma, Fe y obras, Catalunya dentro de España». Dio su testimonio personal de su antiguo activismo secesionista que abandonó al percatarse de la disonancia cognitiva entre la realidad y la ideología nacionalista que defendía en aquel momento.

Tras esta introducción, presentó a Juan Vallet de Goytisolo. Nació en Barcelona y ejerció de notario en Madrid («otra vez la Y»), veraneaba en Malgrat de Mar (Mareme), padre de siete hijos, secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, formó parte del Institut d’Estudis Catalans (Barcelona) y fue co-fundador de la revista Verbo (Madrid), entre otras cosas. 




Bernardino Montejano describió a Vallet de Goytisolo como «notario no puro», en el sentido de que bebía de una multitud de fuentes, no sólo jurídicas: ejercía de notario al mismo tiempo que bebía de la filosofía, la historia, la teología...

Esta percepción polifacética le llevó a identificar cinco causas de la crisis moderna del Derecho: el olvido de la finalidad moral y de justicia del Derecho —o ruptura entre legalidad y moralidad— (Eulàlia lo expresó gráficamente con la frase: «ahora, ya no somos hijos de Dios, sino hijos de la Constitución»); su estatificación (gráficamente: «ahora, el Estado es omnipotente, es el nuevo “dios”, ya no hace falta Dios porque ya tenemos a Papá Estado que nos provee de todo»); su separación de la realidad vital a la que el Derecho se refiere («el Derecho catalán está arraigado en la tierra, en la realidad; es profundamente tomista, pero ha sido lanzado a la estratosfera de las ideologías»); la despersonalización del sujeto («nos hemos vuelto líquidos: puedo ser un unicornio, una lechuga, María Luisa o Mario Luiso»); y la descodificación del objeto. Vallet de Goytisolo falleció en 2011: «¿qué pensaría él si nos viera ahora?».

De la citada obra de Vallet de Goytisolo, Eulàlia destacó la palabra «relligament» el fundamento que cohesiona Cataluña y de donde surge su Derecho. «Relligament» está íntimamente vinculado con «religión»: Cataluña es profundamente tomista y así también lo es su Derecho, que nace desde la observación de la realidad, «de la tierra que pisas», y no de las fantasías ideológicas. Por eso, cuando se habla(ba) de Cataluña se vincula(ba) con en seny o sentido común.

Vallet comienza, desde la geografía, su descripción de la realidad catalana. Y para ilustrarlo, reproduce el poema de El pastor i la sirena, de Maragall:

A dalt de la muntanya hi ha un pastor;
a dintre de la mar hi ha una sirena;
ell canta al matí que el sol hi és bo;
ella canta a les nits de lluna plena.

Ella canta: —Pastor, me fas neguit.
Canta el pastor: —Me fas neguit, sirena.

—Si sabessis, el mar, com és bonic!
—Si sabessis, la llum de la carena!

—Si hi baixessis, series mon marit.
—Si hi pugessis ma joia fora plena.

—Si sabessis, el mar, com és bonic!
—Si sabessis, la llum de la carena!


Montaña y mar. Mar y montaña. La realidad catalana queda configurada por esta realidad que comenzó en las montañas y descendió hacia la plana y desembocó en el mar.

En este mismo sentido, Torras y Bages afirma que «quien conoce el sistema orográfico de un país, tiene cabal conocimiento de éste». Y esa realidad se forjó en los monasterios y en las Iglesias. El «relligament» al que alude Vallet en el subtítulo de su obra es, en palabras de Torras y Bages: la Fe católica, la Iglesia y el tomismo.

Cataluña es mestizaje, el cual fue favorecido por esta realidad geográfica. «Lo de los siete apellidos catalanes, nunca en la vida fue así». «Ja erem xarnegos en temps de la Marca Hispànica, i no passava res!». Porque éramos la Cristiandad.

Miguel Ayuso, en su exposición en la Casa de Seda de octubre pasado, hablaba de diferentes tipos de repoblación peninsular durante la Reconquista. Por eso, el Derecho catalán no puede ser el mismo que el de Castilla. Sin embargo, les unía la lucha contra los sarracenos y la defensa de la Cristiandad: eso les hacía «remar todos a una».

Cataluña es Tradición. La transmisión, generación tras generación, de una Fe, cultura y forma de ser. Eulàlia lo ilustró espléndidamente haciendo pasar las llaves de su casa de mano en mano entre todos los asistentes a la conferencia. «Honrar lo que me han dejado mis padres, abuelos, tatarabuelos...» Se trata de un proceso dinámico, que no se estanca. Pero, en la Modernidad, esta Tradición se rompe, de forma impuesta desde una élite extranjerizante; y, cuando tal ruptura se produce, se cae en el narcisismo y en la soberbia.

El pagès era tradicional y quería sus cosas de la tierra. En palabras de Torras y Bages: «Ensenyança dels pares o passats, una generació ensenya a l’altra generació, l’experiència dels passats instrueix als presents, perquè l’experiència és la mare de la ciència. Per tant, tradició i estancament són termes antitètics. Catalunya, doncs, és filla de la tradició, del dinamisme, principi de la realitat que fa única la Marca Hispànica, espai territorial de contrastos i apertura. Neix amb la necesitat de poblar i repoblar les zones conquerides als serraïns. És terra de fronteres, amenaçada, terra de valents i de pagesos, gent de la terra, del feu, la casa, el mas, la família; terra de sants, filòsofs, juristes...».

Este «relligament» es lo que da sentido al Derecho catalán, que se basa en  la realidad: en la tierra, la masía y la familia extensa. Ésta evolucionó dando lugar al municipio y la ciudad. La Ley Natural vertebraba todo el Derecho catalán, y la ley positiva era la concreción y prolongación de aquélla.

Cataluña tiene un espíritu de cruzada y de misión. Jaume I conquistó el Reino de Murcia para la Cristiandad, y lo cedió a Castilla porque no lo conquistó para sí mismo sino para toda la Cristiandad. Planeó recuperar Tierra Santa, pero las inclemencias en Mallorca se lo impidieron.

Cataluña nunca se ha «sentido» fuera de España. El espíritu secesionista actual aparece en el siglo XX, gestado por el nacionalismo de raíz romántica, que exalta las emociones, especialmente las más básicas: victimismo, etc. Y este romanticismo, a su vez y en último término, nace del liberalismo. En cambio, Cataluña siempre ha sido del seny, del sentido común, de la razón, en la cual se ancla el catolicismo.

Vallet de Goytisolo justifica el empecinamiento catalán en su lucha de 1714 por la voluntad de impedir la penetración de las ideas afrancesadas de la Ilustración que ya se empezaban a vislumbrar. Y, por otro lado, por la desconfianza catalana contra todo lo francés, recuerdo del mal trato que éstos nos dispensaron en 1640 y que obligó a la Diputación del Principado, encabezada por Pau Claris, a retomar su fidelidad a la Monarquía Hispánica.

 



En 1714 no había espíritu separatista en Cataluña. El último bando barcelonés durante el sitio de Barcelona de 1714, leído en el Portal de San Antonio, lo pone de manifiesto: «[...] fem l’últim esforç, i donant testimoni als veniders, de què han executat les últimes exortacions i esforços protestant de tots mals, ruines, desolacions que sobrevingueren a la nostra comuna i afligida pàtria i extermini de tots els honors i privilegis quedant exclús en lo demés enganyats espanyols i tots en l’exclavitud del domini francés, però amb tot es confia que tots, com verdaders fills de la pàtria i amants de la llibertat, acudiran als llocs assenyalats a fi de derramar gloriosament sa sang i vida per son Rey, per son honor, per la pàtria i per la llibertat de tota Espanya». Éstas eran las proclamas que se defendían en 1714. No iban con la bandera indepe, sino con el pendón de Santa Eulàlia.

Tras la exposición, se abrió un animado turno de preguntas.

Una excelente exposición, que combinó la doctrina de Vallet de Goytisolo sobre su tierra natal con el testimonio de Eulàlia Casas.

Círcol Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau

 


 

dimarts, 15 d’abril del 2025

Recomendaciones de libros para regalar el 23 de abril

 

Recomendaciones de libros para regalar el 23 de abril


Día del Libro y, en Cataluña, tradicional fiesta de Sant Jordi, rosas y libros.

 

El 23 de abril es el Día del Libro y, en Cataluña, la entrañable fiesta de Sant Jordi en la que se regalan libros y rosas.

Con tal motivo, les ofrecemos las siguientes recomendaciones de libros para regalar, o regalarse, ese día:




De Prada, Juan Manuel: CÁRCEL DE TINIEBLAS, abril de 2025. Segunda parte de la novela MIL OJOS ESCONDE LA NOCHE, presentada en abril de 2024. En los dos años que quedan para la liberación de París, al final de la II Guerra Mundial, los miembros de la comunidad de artistas españoles exiliados, pasan de trampear a malvivir, llevando existencias cada vez más tenebrosas: por las páginas de esta novela desfilan personalidades tan conocidas como Picasso, César González Ruano, Gregorio Marañón, Victoria Kent o Ana María Martínez Sagi. Todos ellos componen un elenco cuya deriva que empezó como una novela picaresca, deviene en tragedia, fatalmente atravesada por uno de los momentos más cruciales del siglo XX. Una novela admirable y asombrosa, con un recital estilístico en el que De Prada se supera a sí mismo.

 

Gambra, José Miguel: LA SOCIEDAD TRADICIONAL Y SUS ENEMIGOS. Los tiempos modernos han sido el escenario de las guerras más cruentas y sanguinarias de la historia. Aun con distintas máscaras, sus protagonistas han sido siempre los mismos, el liberalismo y el totalitarismo, enfrentados a muerte a raíz, justamente, de los comunes prejuicios filosóficos en que ambos se basan. Uno y otro, amén de teñir de sangre la historia, reducen la existencia humana, individual y colectiva, a la más desgraciada servidumbre. Éste es, en pocas palabras, el diagnóstico tradicionalista sobre la modernidad. Las páginas de este libro desentrañan las premisas comunes de lo que en realidad es una gigantesca guerra intestina entre dos hermanos deudores de la misma ideología. Frente a ellas, Gambra expone cabalmente los rasgos definitorios del legado carlista y los caracteres de la única tradición, de origen divino, a la que según sus principios el hombre debe someterse. Solo a partir de la elucidación de esta tradición, que no es otra que la tradición de las Españas, le será dado al autor mostrar, en su verdadero alcance, la monstruosidad de aquellas premisas.




Oria de Rueda, Juan Andrés: NATURALEZA TRADICIONAL: HISTORIA, PRINCIPIOS Y APLICACIONES PARA LA CONSERVACIÓN. En este libro, el catedrático de botánica de la Universidad de Valladolid presenta una ecología contrarrevolucionaria, es decir, exenta de toda injerencia ideológica, como sufre la ecología moderna. Así, el libro aborda la mal actual del medio ambiente silvestre desde las técnicas tradicionales de manejo y conservación de la naturaleza: identifica las raíces del mal que aqueja a nuestro campo y recuerda la sabiduría ancestral —fruto del empeño de tantas y tantas generaciones vinculadas a la tierra, a sus costumbres, usos y ordenanzas, etc.—, mostrando esa sabiduría tradicional como necesaria, como única opción, para resolver aquel mal actual.




Ayuso, Miguel: LA HISPANIDAD COMO PROBLEMA. Por su génesis y su progenie la Hispanidad se ha solido presentar ajena al mundo político. En este sentido se trata de un concepto de substitución de la monarquía hispánica, ese sí plenamente político, debido a la voladura de ésta con los procesos de secesión que coincidieron con la emergencia de la revolución liberal en el primer tercio del siglo XIX. Ahí residirá el problema de la Hispanidad con el que este volumen aspira a vérselas.

 


De Prada, Juan Manuel: UNA ENMIENDA A LA TOTALIDAD: EL PENSAMIENTO TRADICIONAL CONTRA LAS IDEOLOGÍAS MODERNAS. Para desprestigiar la tradición, la modernidad tiende a identificarla con formas de vida periclitadas. Pero el pensamiento tradicional no quiere revivir el pasado (tampoco, desde luego, anticipar un futuro utópico), sino revitalizar el presente, infundiéndole una savia que ya ha probado sus cualidades reconstituyentes. En esta “enmienda a la totalidad” proponemos a nuestros lectores un puñado de reflexiones políticas a la luz del pensamiento tradicional, única alternativa verdadera al zurriburri ideológico imperante.

 


Elías de Tejada, Francisco: ¿QUÉ ES EL CARLISMO? Este texto sintetiza la doctrina tradicionalista. Es fruto de un intenso y riguroso trabajo intelectual destinado a dar a conocer los resultados de una minuciosa investigación histórico-teórica  investigación histórico-teórica y definir un cuerpo doctrinal de cierta ortodoxia tradicionalista y de considerable compromiso moral que pudiera constituir el  punto de referencia más seguro para el Carlismo. En este ideario se considera la problemática básica del Carlismo, que se centra en los  cuatro puntos de su programa-viaje: Dios, Patria, Rey, Fueros.  El trasfondo cultural e ideal desde el que se definen estos  elementos es el del pensamiento católico hispánico tradicional del que el Carlismo representa sólo la última fase.

 


Segovia, Juan Fernando: EL DOGMA DE LA REALEZA DE CRISTO: «QUAS PRIMAS», DE PÍO XI, ENTRE LA TRADICIÓN Y LA APOSTASÍA. Un pequeño volumen, muy eficaz y de doctrina acerada, que constituye una monografía esencial sobre la cuestión de la realiza de Cristo y su formulación según el magisterio de los Papas.

 

Ayuso, Miguel: DERECHO NATURAL: DEFENSORES E IMPOSTORES. En este volumen no se trata solamente de la historia del derecho natural hispánico durante medio siglo, que constituye sin duda el capítulo más extenso, sino que se suman otra serie de textos histórico-teoréticos o directamente teoréticos. Respecto de los primeros, son de señalar dos contribuciones: «La primera, que precede a la ya referida, última del volumen, la complementa con un panorama del derecho natural católico en nuestros días. Mientras que la segunda, al comienzo del libro, traza las líneas de desenvolvimiento del argumento, entre la filosofía del Santo de Aquino, como canon de un derecho natural abierto a la experiencia de la naturaleza, y sus desarrollos en el tiempo, con las estaciones de la segunda y la tercera (esto es, el neotomismo) escolásticas, así como la opuesta escuela racionalista y algunas de las metamorfosis de ésta mediadas por el liberalismo y el personalismo». En cuanto a los segundos, encontramos también tres textos: «Uno que encuadra el tema entre el naturalismo y el fideísmo. Otro que examina sus dimensiones centrales: ontológica, criteriológica y metodológica. Y el último, crítico de los derechos humanos como subrogado desnaturalizado del derecho natural».




Castellano, Danilo: LA TRADICIÓN POLÍTICA CATÓLICA FRENTE A LAS IDEOLOGÍAS REVOLUCIONARIAS. El presente volumen recoge una serie de textos, perfectamente orgánicos, que enfrentan la tradición católica (contemplada filosóficamente pero con atención a sus encarnaciones históricas) con las ideologías (todas) revolucionarias. No sólo tienen origen español, sino que algunos sólo se han publicado en castellano. Y acreditan a su autor como el mayor filósofo de la política de la tradición católica contemporánea.

 


Wilhelmsen, Federico: LA MENTALIDAD HISPÁNICA: UNA VISIÓN UNIVERSAL. Con motivo del centenario del nacimiento del autor, filósofo y pensador carlista, de los más destacados de la segunda mitad del siglo XX, se ha reunido en este volumen una serie de artículos impresos en publicaciones españolas y argentinas sobre temas ligados al mundo hispánico o, siendo universales, contemplados desde aquél. Este nuevo libro completa de algún modo la colección anterior de textos editados en España pero sobre asuntos estadounidenses.
 

Estos libros, entre otros, pueden adquirirse en la tienda carlista.
 

Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau.


divendres, 11 d’abril del 2025

Convocatòria de la sessió de maig del curs «Mestres catalans del tradicionalisme»: Francisco Elías de Tejada, exposat per Artur Llinares

 

(Traducción al castellano, a continuación)

Convocatòria de la sessió de maig del curs «Mestres catalans del tradicionalisme»


 

S’estudiarà Francisco Elías de Tejada, filòsof del Dret, qui serà exposat per Artur Llinares Pacià, etnòleg.


Tindrà lloc, si a Déu plau, el dijous 8 de maig de 2025, a les set de la tarda (19:00), al Centre Cívic Pere Quart, de Les Corts, Barcelona




La sessió de maig de 2025 del curs «Mestres catalans del tradicionalisme» tractarà sobre Francisco Elías de Tejada (1917-1978), Catedràtic de Filosofia del Dret, mestre de carlins i gran estudiós del tradicionalisme català al qual hi dedicà vàries obres, entre elles Las doctrinas políticas de la Cataluña medieval.

Serà explicat per Artur Llinares Pacià, etnòleg.

La sessió tindrà lloc (si a Déu plau) el dijous, 8 de maig de 2025, a les set de la tarda (19:00h.), al Centre Cívic Pere Quart, de Les Corts, Barcelona.

Altres mestres ja estudiats al curs han estat: Vicente Pou y Marca (1792-1848), Melchor Ferrer Dalmau (1888-1965), Fèlix Sardà y Salvany (1841-1916), Juan Vallet de Goytisolo (1917-2011) i Francisco Canals Vidal (1922-2009). I, properament,  Josep Torras y Bages (1846-1916).

El curs és organitzat pel Círcol Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau, de la Comunió Tradicionalista. L’entrada és gratuïta. Podeu demanar més informació tot escrivint a: carlismobarcelona@gmail.com

Círcol Tradicionalista Ramon Parés y Vilasau (Barcelona)



* * *

 


 

(En castellano:)


Convocatoria de la sesión de mayo del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo»



Se estudiará a Francisco Elías de Tejada, filósofo del Derecho, quien será expuesto por Artur Llinares Pacià, etnólogo.

Tendrá lugar, D.m., el jueves 8 de mayo de 2025, a las siete de la tarde (19:00), en el Centro Cívico Pere Quart, de Les Corts, Barcelona



La sesión de mayo de 2025 del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo» tratará sobre Francisco Elías de Tejada (1917-1978), Catedrático de Filosofía del Derecho, maestro de carlistas y gran estudioso del tradicionalismo catalán al que dedicó varias obras, entre ellas Las doctrinas políticas de la Cataluña medieval.

Será expuesto por Artur Llinares Pacià, etnólego.

La sesión tendrá lugar (D.m.) el jueves, 8 de mayo de 2025, a las siete de la tarde (19:00h.), en el Centro Cívico Pere Quart, de Les Corts, Barcelona.

Otros maestros ya estudiados durante el curso han sido: Vicente Pou y Marca (1792-1848), Melchor Ferrer Dalmau (1888-1965), Félix Sardà y Salvany (1841-1916),  Juan Vallet de Goytisolo (1917-2011) y Francisco Canals Vidal (1922-2009). Y, próximamente, Josep Torras y Bages (1846-1916).

El curso está organizado por el Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau, de la Comunión Tradicionalista. La entrada es gratuita. Pueden pedir más información escribiendo a: carlismobarcelona@gmail.com

Círcol Tradicionalista Ramon Parés y Vilasau (Barcelona)

 

 

 

dijous, 10 d’abril del 2025

Salvador Dalí, la fe i la tradició (XII): Dalí i la qüestió monàrquica

 
Salvador Dalí vestit de rei i la seva germana de guàrdia reial.

 
 
 
 
 (Traducción al castellano, a continuación)


Salvador Dalí, la fe i la tradició (XII): Dalí i la qüestió monàrquica


«La cúpula lluminosa i climàtica de la monarquia hereditària està destinada a durar per sempre. [...] Una volta perfecta, un aire sec i sa. A parer meu, és la millor forma de societat. A dalt, cel serè, màxim d’homogeneïtat i de concentració, l’ull estricte del monarca, reflex de la mirada divina, A les bases de baix, un màxim d’heterogeneïtat: luxes, desordres, perversions, complots, revoltes, anarquies» (Dalí).



Dins la Trompa de Fal·lopi, una dotació genètica exclusiva, un parell de cadenes proteiques de molta longitud, suposa l’origen de la vida humana; a partir d’elles es confeccionen totes les particularitats de l’home material: la seva forma i el seu funcionament, tot es troba determinat des del moment de la concepció. Una anciana cèl·lula, la més remota de les cèl·lules, guarda encara, inscrites en la seva profunditat nuclear, les instruccions enrevessades per a la constitució pretèrita de tot l’organisme, el germen de la vida biològica.

En l’anterior article vam esmentar la fascinació que va experimentar Salvador Dalí per la descoberta contemporània de l’estructura de l’ADN, arribant a incorporar la famosa imatge de la doble hèlix en moltes de les seves obres posteriors i generant una nova preocupació metafísica: la monarquia.

La il·lusió revolucionària ha arruïnat el continent, l’aplicació extrema de la doctrina liberal ha sentenciat la vella Europa i, ja avançada la demolició, a principis del segle XX, l’art també en pateix les conseqüències: s’oblida de la tècnica, perd el rigor, es desfà la seva forma i fins acaba per rebutjar la bellesa.

«Els nostres excrements són el que mengem. Europa ha menjat “ismes” i revolucions, per això els seus excrements tenen el color de la guerra i l’olor de la mort. Ha oblidat que la felicitat és una cosa individual i subjectiva i que la seva miserable civilització, amb el pretext d’abolir tota mena d’obligacions, s’ha convertit en l’esclava de la seva pròpia llibertat.»

La mateixa operació que l’artista modern realitza per a la confecció de les seves obres —anteriorment ja descrita en aquesta sèrie d’articles i severament criticada per Salvador Dalí— aplica, també, a la qüestió de la moral i de la política contemporània: desfer-se de tota constricció, llei natural, humana o divina, en favor d’una suposada llibertat que ens ha d’aconseguir la nostra felicitat; una felicitat lligada íntima i enterament amb la satisfacció sensual i l’abelliment material de la vida humana.

Un home viciós, que és tenaç en l’exercici d’un costum perjudicial —ja sigui una toxina tal que rosega el cos o un pecat discret que empudega l’ànima, tant ens fa—; aquest home —dèiem— experimenta, amb el pas del temps, una mena d’atolondrament. El bo de l’home, sobirà d’ell mateix, que s’ho passava bé exercitant legítimament la seva llibertat, troba que, a poc a poc, si la passió es manté i la fal·lera s’intensifica, la satisfacció posterior s’apaga, i la intensitat de l’emoció s’atenua.

L’home —com tota bèstia, conforme en la simplicitat efectiva dels seus costums—, persisteix i insisteix, s’entesta definitivament en la mateixa direcció; però, com que mai retroba la joia de la sensació pretèrita, la promesa falaguera de la substància viciosa, la necessitat creix sense deturador i tot l’organisme queda aclaparat, s’obsessiona, i la vida, a poc a poc, es va restringint, obcecada, encadenada al costum de la substància tòxica o l’exercici de la passió desenfrenada.

Aquest pobre home no reposa mai; la insatisfacció —aquest gran motor per a la insistència en el treball i el profit de tantes obres—, es converteix, per a l’home viciós, en un potent combustible que inflama l’acció vital, tota concentrada en la qüestió viciosa. L’impuls és constant i, encara premut i accelerat pel consum buit i repetit de la substància viciosa —que és causa i remei de la mateixa dependència— fa enfebrar l’home i acaba per consumir-lo. La gent d’abans sospitava l’afició narcòtica en un home consumit, volem dir un home decandit, descuidat, brut, pàl·lid, magre; és que aquell home viu encadenat, subjecte a la insistent execució d’aquell consum perjudicial.

L’home just és un home equilibrat; i els edificis d’arquitectura harmònica, sostingut per fonaments robustos, no trontollen, no es decanten amb els capolaments del vent. La persona, condemnada a guanyar-se la vida lluny de les primícies del cel, sent un anhel constant, aspira a la felicitat, i és per a ella que treballa. La idolatria emperò, aprofitant-se de la nostra inquietud, és un lladre de camí ral; ella ens enlluerna i amb llurs cants de sirena ens voldria fer desviar el rumb, ens fa trescar per un camí que ens allunya de la destinació, acaba per consumir les nostres forces i ens aboca, ja exhausts i rendits, a la perdició definitiva.

El geni empordanès no solament identifica les conseqüències de la modernitat sinó que destaca aquesta idolatria que presideix tota la ideologia moderna; i, ensems, assenyala el remei definitiu que ell troba en la vida transcendental, en la llibertat de la fe, confront a la llibertat negativa.

«La nostra civilització es pensa que s’ha alliberat de les obligacions: i s’obliga amb les necessitats més baixament pràctiques i més vils, de tipus mecànic i industrial. Tot pensament materialista és una pura mecànica de les cadenes. La llibertat es troba en la fe, i no hi pot haver grandesa intel·lectual sense un sentiment tràgic i transcendental de la vida.»

«Exigeixen la llibertat cridant: “A baix!” A baix la forma! A baix el Verb! A baix l’home! I jo crido: “Amunt!”»

Trobem rellevant, abans d’abordar directament la qüestió de la monarquia, de deturar-nos en aquesta operació que proposa Salvador Dalí; un canvi de sentit en la metafísica continguda i subjacent a la ideologia moderna.

En Dalí, conscient que tot queda regit per uns principis, per unes lleis elementals, troba que l’important, per tant, no és l’element material, sinó el disseny, l’ànima de les coses, allò que les engendra, que els proporciona la forma i que sosté la seva existència, en definitiva, allò que les constitueix. L’Univers és governat de forma absoluta per unes lleis, per una inspiració, que és plenament legítima, puix és la causa de la seva mateixa existència.

L’arquitecte nord-americà Richard Buckminster Fuller (1853-1983), fou el dissenyador de la cúpula geodèsica, una estructura paradigmàtica del principi de tensegritat —propietat d’una estructura que aprofita les seves pròpies forces internes de tracció i compressió per al seu sosteniment i estabilitat—; un edifici ideal, simple i lleuger, que es conforma com una estructura integrada, on cada membre es disposa en favor de la plenitud de l’organisme.

La cúpula geodèsica constitueix una estructura molt resistent, fruit de la distribució equitativa de les forces i l’equilibri de tensions; és, alhora, molt eficient, puix la producció és simple i senzilla, construïda a partir de plans geomètrics prefabricats que reposen sobre un enreixat; i, finalment, es considera adaptable a qualsevol ambient, a causa de la flexibilitat del seu revestiment, la bona ventilació en els ambients càlids i la retenció de calor en els ambients més freds.

Salvador Dalí es fixa en aquesta innovació contemporània i reflexiona:

«Quan Fuller va demostrar que la protecció ideal de l’home és la cúpula, va ressuscitar el principi monàrquic. El símbol de la monarquia és l’esfera, i en termes arquitectònics, aquesta s’expressa amb la cúpula. L’esfera governa de manera absoluta els cinc cossos regulars. Fra Luca Pacioli, qui va descobrir la Divina Proporció, sempre deia: “La Monarquia és l’Esfera”».

La monarquia, s’enlaira, neix en les profunditats orgàniques del cos social, encimbella l’organisme social; és el govern absolut i legítim que empara, com la cúpula, tota la vida del poble. En canvi, la república, forma del règim absolutista i despòtic, és pesada, oprimeix i s’imposa damunt del poble, i, a més a més, acapara brutícia, humitat i porqueria.

«El poble s’ha de sentir sota la cúpula del govern absolut, protegit i madurant, com el meló sota la seva campana. La República, la forma de la qual és el Partenó, només garanteix una protecció il·lusòria, posada en dubte una vegada rere l’altra. És l’abús de poder, la usurpació de funcions, la permanent traïció de l’angle recte, figura il·legítima.»

«La cúpula lluminosa i climàtica de la monarquia hereditària està destinada a durar per sempre. [...] Una volta perfecta, un aire sec i sa. A parer meu, és la millor forma de societat. A dalt, cel serè, màxim d’homogeneïtat i de concentració, l’ull estricte del monarca, reflex de la mirada divina, A les bases de baix, un màxim d’heterogeneïtat: luxes, desordres, perversions, complots, revoltes, anarquies.»

«L’art de la monarquia és equilibrar la concentricitat i l’excentricitat. La rigidesa lluminosa del poder absolut organitza i protegeix aquest formigueig colossal, aquesta fermentació, d’on el poble extreu la seva salut.»

La monarquia és la forma amb què la natura es governa; el funcionament de l’organisme és d’una jerarquia estricta. La concepció, origen de la vida biològica, esdevé de la fusió d’una dotació de material genètic condensat de cada progenitor; a partir d’aquest, s’origina, exclusiu, tot un individu. El material genètic, comunicat dels nostres pares, governa tota la nostra biologia: la lectura, la transcripció i la traducció d’aquestes cadenes nitrogenades regula amb precisió el funcionament de la cèl·lula, element fonamental que posteriorment s’integra i es disposa ordenadament per a l’existència i la supervivència de l’organisme.

En Dalí conclou que la tradició monàrquica és el reflex de la continuïtat de l’existència, el fonament essencial de la vida. La vida molecular exigeix un govern absolut, ordenat, precís i hereditari; la supervivència de l’organisme no es pot concebre fora de la monarquia hereditària.
«Res no és més monàrquic que una molècula d’ADN. És una escala reial. [...] Cada esglaó segueix l’anterior en un ordre jeràrquic que no admet errors. En sis milions d’esglaons col·locats majestuosament, aquesta escala sublim decideix, ordena, imprimeix i recorda amb una precisió meravellosa. Transmissió del poder de manera perfecte. [...] L’herència depèn d’una maquinària sobirana, i la vida mateixa és el resultat d’un govern absolut desoxiribonucleic. De la primera a l’última cèl·lula viva, tot ha estat i serà ineluctablement transmès. Tot està calculat, previst, avalat, combinat perquè es garanteixi la supervivència.»

«El que té de sublim la monarquia hereditària és que dona una imatge de l’ordre implacable amb el qual la natura transmet la vida. Fa visible i palpable Déu i la continuació genètica dels seus descendents a través d’una família elegida.»

Dr. Pere Pau, Círcol Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau

 

 

* * *


 

Traducción al castellano:


Salvador Dalí, la fe y la tradición (XII): Dalí y la cuestión monárquica


«La cúpula luminosa y climática de la monarquía hereditaria está destinada a durar por siempre jamás. [...] Una vuelta perfecta, un aire seco y sano. A mi parecer, es la mejor forma de sociedad. Arriba, el cielo sereno, máximo de homogeneidad y de concentración, el ojo estricto del monarca, reflejo de la mirada divina, Abajo, un máximo de heterogeneidad: lujos, desórdenes, perversiones, complots, revueltas, anarquías.» (Dalí).



Dentro de la Trompa de Falopio, una dotación genética exclusiva, un par de cadenas proteicas de mucha longitud, supone el origen de la vida humana; a partir de ella se confeccionan todas las particularidades del hombre material: su forma y su funcionamiento, todo se encuentra determinado desde el momento de la concepción. Una anciana célula, la más remota de las células, guarda todavía, inscritas en su profundidad nuclear, las enrevesadas instrucciones para la constitución pretérita de todo el organismo, el germen de la vida biológica.

En el anterior artículo mencionamos la fascinación que experimentó Salvador Dalí por el descubrimiento contemporáneo de la estructura del ADN, llegando a incorporar la famosa imagen de la doble hélice en muchas de sus obras posteriores y generando una nueva preocupación metafísica: la monarquía.

La ilusión revolucionaria ha arruinado el continente, la aplicación extrema de la doctrina liberal ha sentenciado la vieja Europa y, ya avanzada la demolición, a principios del siglo XX, el arte también sufre las consecuencias: se olvida la técnica, se pierde el rigor, se deshace de su forma y hasta termina por rechazar la belleza.

«Nuestros excrementos son lo que comemos. Europa ha comido “ismos” y revoluciones, por eso sus excrementos tienen el color de la guerra y el olor de la muerte. Ha olvidado que la felicidad es una cosa individual y subjetiva y que su miserable civilización, con el pretexto de abolir todo tipo de obligaciones, se ha convertido en la esclava de su propia libertad.»

La misma operación que el artista moderno realiza para la confección de sus obras —anteriormente ya descrita en esta serie de artículos y severamente criticada por Salvador Dalí— aplica, también, a la cuestión de la moral y de la política contemporánea: deshacerse de toda constricción, ley natural, humana o divina, en favor de una supuesta libertad que nos debe procurar la felicidad; una felicidad ligada íntima y enteramente con la satisfacción sensual y la ornamentación material de la vida humana.

Un hombre vicioso, que es tenaz en el ejercicio de una costumbre perjudicial —ya sea una toxina tal que contamina el cuerpo o un pecado discreto que ensucia el alma, tanto nos da—; este hombre —decíamos— experimenta, con el paso del tiempo, un cierto atolondramiento. El bueno del hombre, soberano de él mismo, que se lo pasaba bien ejercitando legítimamente su libertad, encuentra que, despacio, si la pasión se mantiene y la manía se intensifica, la satisfacción posterior se apaga y la intensidad de la emoción se atenúa.

El hombre —como toda bestia, conforme en la simplicidad efectiva de sus costumbres—, persiste e insiste, se emperra definitivamente en la misma dirección; pero, ya que nunca reencuentra la joya de la sensación pretérita, la promesa halagüeña de la sustancia viciosa, la necesidad crece sin freno y todo el organismo queda abrumado, se obsesiona, y la vida, poco a poco, se va restringiendo, obcecada, encadenada a la costumbre de la sustancia tóxica o el ejercicio de la pasión desenfrenada.

Este pobre hombre no reposa nunca; la insatisfacción —este gran motor para la insistencia en el trabajo y el provecho de tantas obras—, se convierte, para el hombre vicioso, en un potente combustible que inflama la acción vital, toda concentrada en la cuestión viciosa. El impulso es constante y, todavía más, pulsado y acelerado por el consumo vacío y repetido de la sustancia viciosa —que es causa y remedio de la misma dependencia— hace enfebrecer al hombre y acaba para consumirlo. La gente de antes sospechaba la afición narcótica en un hombre consumido, queremos decir un hombre decaído, descuidado, sucio, pálido, delgado; es que aquel hombre vive encadenado, sujeto a la insistente ejecución de aquel consumo perjudicial.

El hombre justo es un hombre equilibrado; y los edificios de arquitectura armónica, sostenido por cimientos robustos, no tambalean, no se decantan con los azotes del viento. La persona, condenada a ganarse la vida lejos de las primicias del cielo, siente un anhelo constante, aspira a la felicidad, y es para ella que trabaja. La idolatría, sin embargo, aprovechándose de nuestra inquietud, es un ladrón que se presenta en mitad del camino; ella nos deslumbra y con sus cantos de sirena pretende hacernos desviar el rumbo, nos hace transitar por un sendero que nos aparta del destino, acaba por consumir nuestras fuerzas y nos aboca, ya exhaustos y rendidos, a la perdición definitiva.

El genio ampurdanés no sólo identifica las consecuencias de la modernidad, sino que destaca la idolatría que preside toda la ideología moderna; y, además, señala el remedio definitivo que él encuentra en la vida trascendental, en la libertad de la fe, frente a la libertad negativa.

«Nuestra civilización cree que se ha liberado de las obligaciones: y se obliga con las necesidades más bajamente prácticas y más viles, de tipo mecánico e industrial. Todo pensamiento materialista es una pura mecánica de las cadenas. La libertad se encuentra en la fe, y no puede haber grandeza intelectual sin un sentimiento trágico y trascendental de la vida.»

«Exigen la libertad gritando: “¡Abajo!” ¡Abajo la forma! ¡Abajo el Verbo! ¡Abajo el hombre! Y yo grito: “¡Arriba!”»

Encontramos relevante, antes de abordar directamente la cuestión de la monarquía, de detenernos en esta operación que propone Salvador Dalí; un cambio de sentido en la metafísica contenida y subyacente a la ideología moderna.

Dalí, consciente que todo queda regido por unos principios, por unas leyes elementales, considera que lo importante, por lo tanto, no es el elemento material, sino el diseño, el alma de las cosas, aquello que las engendra, que les proporciona la forma y que sostiene su existencia, en definitiva, aquello que las constituye. El Universo es gobernado de forma absoluta por unas leyes, por una inspiración, que es plenamente legítima, pues es la causa de su misma existencia.

El arquitecto norteamericano Richard Buckminster Fuller (1853-1983), fue el diseñador de la cúpula geodésica, una estructura paradigmática del principio de tensegridad —propiedad de una estructura que aprovecha sus propias fuerzas internas de tracción y compresión para su sostenimiento y estabilidad—; un edificio ideal, simple y ligero, que se conforma como una estructura integrada, donde cada miembro se dispone en favor de la plenitud del organismo.

La cúpula geodésica constituye una estructura muy resistente, fruto de la distribución equitativa de las fuerzas y el equilibrio de tensiones; es, a la vez, muy eficiente, puesto que la producción es simple y sencilla, construida a partir de planos geométricos prefabricados que reposan sobre una red; y, finalmente, se considera adaptable a cualquier ambiente, a causa de la flexibilidad de su revestimiento, la buena ventilación en los ambientes cálidos y la retención de calor en los ambientes más fríos.

Salvador Dalí se fija en esta innovación contemporánea y reflexiona:

«Cuando Fuller demostró que la protección ideal del hombre es la cúpula, resucitó el principio monárquico. El símbolo de la monarquía es la esfera, y en términos arquitectónicos, esta se expresa con la cúpula. La esfera gobierna de manera absoluta los cinco cuerpos regulares. Fray Luca Pacioli, quién descubrió la Divina Proporción, siempre decía: “La Monarquía es la Esfera”».

La monarquía, se eleva, nace en las profundidades orgánicas del cuerpo social, encumbra el organismo social; es el gobierno absoluto y legítimo que ampara, como la cúpula, toda la vida del pueblo. En cambio, la república, hija del régimen absolutista y despótico, es pesada, oprime y se impone encima del pueblo, y, además, acapara suciedad, humedad y porquería.

«El pueblo se tiene que sentir bajo la cúpula del gobierno absoluto, protegido y madurando, como el melón bajo su campana. La República, la forma de la cual es el Partenón, solo garantiza una protección ilusoria, puesta en entredicho una y otra vez. Es el abuso de poder, la usurpación de funciones, la permanente traición del ángulo recto, figura ilegítima.»

«La cúpula luminosa y climática de la monarquía hereditaria está destinada a durar por siempre jamás. [...] Una vuelta perfecta, un aire seco y sano. A mi parecer, es la mejor forma de sociedad. Arriba, el cielo sereno, máximo de homogeneidad y de concentración, el ojo estricto del monarca, reflejo de la mirada divina, Abajo, un máximo de heterogeneidad: lujos, desórdenes, perversiones, complots, revueltas, anarquías.»

«El arte de la monarquía es equilibrar la concentricidad y la excentricidad. La rigidez luminosa del poder absoluto organiza y protege este hormigueo colosal, esta fermentación, de donde el pueblo extrae su salud.»

La monarquía es la forma con la que la naturaleza se gobierna; el funcionamiento del organismo es de una jerarquía estricta. La concepción, origen de la vida biológica, acontece de la fusión de una dotación del material genético condensado de cada progenitor; a partir de éste, se origina, exclusivo, todo un individuo. El material genético, comunicado de nuestros padres, gobierna toda nuestra biología: la lectura, la transcripción y la traducción de estas cadenas nitrogenadas regula con precisión el funcionamiento de la célula, elemento fundamental que posteriormente se integra y se dispone ordenadamente para la existencia y la supervivencia del organismo.

Dalí concluye que la tradición monárquica es el reflejo de la continuidad de la existencia, el cimiento esencial de la vida. La vida molecular exige un gobierno absoluto, ordenado, preciso y hereditario; la supervivencia del organismo no se puede concebir fuera de la monarquía hereditaria.

«Nada es más monárquico que una molécula de ADN. Es una escala real. [...] Cada peldaño sigue el anterior en un orden jerárquico que no admite errores. En seis millones de peldaños colocados majestuosamente, esta escala sublime decide, ordena, imprime y recuerda con una precisión maravillosa. Transmisión del poder de manera perfecto. [...] La herencia depende de una maquinaria soberana, y la vida misma es el resultado de un gobierno absoluto desoxirribonucleico. De la primera a la última célula viva, todo ha estado y será ineluctablemente transmitido. Todo está calculado, previsto, avalado, combinado para que se garantice la supervivencia.»

«Lo que tiene de sublime la monarquía hereditaria es que da una imagen de la orden implacable con el cual la naturaleza transmite la vida. Hace visible y palpable a Dios y la continuación genética de sus descendentes a través de una familia elegida.»

Dr. Pere Pau, Círcol Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau

 

Salvador Dalí: La estructura del ADN. Obra estereoscópica. 1973.










dimecres, 9 d’abril del 2025

El miedo al compromiso y al amor auténtico en la era moderna: una mirada con Dios en el centro


 

El miedo al compromiso y al amor auténtico en la era moderna: una mirada con Dios en el centro


Gracias a las nuevas tecnologías, hoy gozamos de una comunicación fácil e instantánea, pero, paradójicamente, rara vez llegamos a conectar de forma profunda.



En una época marcada por la inmediatez, la hiperconexión y la constante búsqueda de gratificación instantánea, el miedo al compromiso y al amor auténtico se ha convertido en una constante silenciosa. Paradójicamente, nunca habíamos tenido tantas formas de comunicarnos, pero rara vez llegamos a conectar profundamente. En este contexto, muchas personas temen entregarse de verdad, no solo por temor al otro, sino porque han perdido el sentido trascendente del amor.

Cuando Dios deja de ser el centro de nuestras relaciones, el amor se vuelve frágil, condicionado y superficial. Sin una raíz espiritual, el compromiso se percibe como una carga, una limitación a la libertad personal, y no como una elección libre y amorosa. El amor auténtico, sin embargo, implica entrega, sacrificio y confianza, elementos que sólo pueden sostenerse plenamente cuando se vive desde la fe.

Dios, como fuente del Amor verdadero, nos enseña que amar es donarse sin esperar, perdonar sin calcular y permanecer incluso cuando es difícil. En una cultura que evita el sufrimiento y huye de la vulnerabilidad, el amor según Dios parece contracultural. Pero es ahí, en lo radical de ese amor, donde encontramos lo que más anhela el corazón humano: una relación que trascienda, que sane, que construya.

Volver a poner a Dios en el centro de nuestras relaciones no es retroceder, sino redescubrir el diseño original del amor. Uno que no se rinde ante el miedo, que no huye del compromiso, y que, precisamente por confiar en lo eterno, se atreve a amar con autenticidad.

Lina C., Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau

IG: @ruah431

dimarts, 8 d’abril del 2025

Primeres impressions (i VII)


 

Primeres impressions (i VII)


Jo, encotillat novament, ja de passeig per Barcelona, em pregunto si nosaltres haurem causat la mateixa impressió que ara em provoquen els turistes.



* * *

 

Dins les curtes notes que queden aplegades sota el nom de primeres impressions, recullo prosificades algunes observacions que davallen pel cobert del meu impermeable de turista; i em decideixo a publicar-les per a recordança meva i també perquè els viatges, a malgrat que siguin dins els límits de la nostra civilització, sempre tenen, per a mi, quelcom d’exòtic que mereix de ser contat. 



* * *



Recordo haver llegit a en Patrick Leigh Fermor, que la diferència precisa entre el turista i el viatger es troba tota continguda en la impermeabilitat del primer; efectivament, el turista vesteix una capa pluvial i, com és que aquesta resisteix la percussió incessant de la pluja i la verberació del vent, també, el turista, impassible i impermeable, passa els seus dies, en un estat de perfecta conserva.

Així, transcorreguts alguns dies, ja cansat, després d’haver rondat amunt i avall i d’haver-s’ho passat bé, el viatger modern, encaixonat un parell d’hores en l’estretor de les files d’una atapeïda llauna voladora, es troba de tornada a la seva vida convencional, allí on l’hagués deixada.  

La nostra maleta no pesa gaire, jo també torno tal com vaig marxar, o en tot cas, amb les butxaques esbucades, que l’economia catalana no és feta per a resistir la ferocitat dels preus de la vida escandinava, dispendiosa i tan luxosa. Jo també he fet de turista, essencialment, tot i que confio d’haver-ne sigut un de discret, respectuós i educat, a més de sensible i considerat amb tanta quanta bellesa i bondat he trobat d’admirar.

Sentir-se volgudament estranger per una estona és una comoditat —s’ha de reconèixer—; hom esdevé un personatge anònim endemig d’una societat desconeguda, i d’aquí que tan sols ens cal de fer un petit esforç per acomodar-nos-hi mínimament i passar l’estona. Entre uns desconeguts que no es tornaran a reveure mai de més, tot s’hi val: la comunicació és justa i pràctica, un formalisme fred, i hom fa la seva i deixa fer. Només cal cuidar-se de correspondre algun vianant amenaçador amb una mirada atenta, freda i rigorosa, o d’agrair amb el gest d’un somriure esllanguit, la disposició cívica d’una ciutadana, que s’ha proposat per a ajudar-nos.

L'experiència turística és una perspectiva panoràmica prou falaguera de la llibertat personal. Jo, que durant uns dies m’he tornat mesell, he estat una mica més desinhibit i he executat més descaradament la meva pròpia voluntat, sempre rectament encaminada, però, en aquestes circumstàncies, sense l’opressió que exerceix la presència pública i la cohibició que m’imposa la insistent preocupació per la impressió que reben els altres de mi, per allò del que diran. L’opinió del comú de la gent, aquí, rellisca, com les gotes que rodolen daltabaix d’una capa pluvial, i hom sent que té una mica més d’espai per a executar la seva manera del viure.

Aquesta sanitosa expansió vital que jo he experimentat, com descosides i desfetes les costures d’un vestit escanyat, perduda l’angoixa d’haver de seguir, per no cridar massa l’atenció, la marxa corrent de la gent, és fruit d’aquesta mena de constitució d’inviolable del turista occidental.

Jo, encotillat novament, ja de passeig per Barcelona, em pregunto si nosaltres haurem causat la mateixa impressió que ara em provoquen els turistes. Perquè ara, ací, la gent del nord, torna a ser aquella caricatura humana, ximple, vulgar i tan detestable, que, passeja atrevida pels carrers, despòtica propietària de la ciutat, hilarant i xisclosa, fent gresca i, de tot, una gran festa.

De ben segur que, uns dies després, la majoria d’aquests turistes ja haurà plegat el seu impermeable i l’haurà desat a la seva maleta lleugera, amb la resta de la seva indumentària: la samarreta de tirants, el banyador d’estampa florar i les sandàlies de plàstic. Ja recollit a casa seva, llavors es restablirà el seu caràcter dur i la seva presència freda, tan pròpia de llur país nadiu, el paisatge escandinau.

Dr. Pere Pau, Círcol Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau
 

 




dilluns, 7 d’abril del 2025

Nueva manifestación masiva en Barcelona por la vivienda

 

Nueva manifestación masiva en Barcelona por la vivienda


Ha tenido lugar este sábado 5 de abril, en la Plaza España de Barcelona, y ha reunido a miles de manifestantes convocados por el «Sindicat de Llogateres», vinculado a los «Comuns» de Ada Colau




Barcelona (Agencia FARO).— El pasado sábado 5 de abril, ha tenido lugar en Barcelona una nueva manifestación masiva para exigir un acceso digno a la vivienda, acción que continua la estela de la realizada en noviembre pasado.

En esta nueva ocasión, el lema ha sido «Abaixem els lloguers, acabem amb el negoci de l’habitatge» (bajemos los alquileres, acabemos con el negocio de la vivienda), convocada, igual que la anterior, por el Sindicat de Llogateres, vinculado al partido Comuns, de la ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau. La manifestación ha tenido lugar en la Plaza de España a las seis de la tarde, donde se han encontrado una quincena de «columnas» de manifestantes llegadas desde diversos puntos de Cataluña. Tras este encuentro, se ha realizado un acto político con intervenciones de varios afectados por desahucios y de portavoces de las organizaciones de la Mesa Sindical por la Vivienda (Sindicat de Llogateres, Confederació Sindical d’Habitatge de Catalunya, Plataforma d’Afectats per la Hipoteca y Sindicat d’Habitatge Socialista).

Los convocantes han denunciado la inactividad de los gobiernos (en realidad, desgobiernos), a pesar de la masiva manifestación de noviembre pasado. El Decreto-Ley catalán 01/2025, de 28 de enero, de medidas urgentes en materia de contención de rentas, recogió el régimen sancionador contra los propietarios que incumplan los límites de precios previstos por la Ley de Vivienda, régimen que ya prometió el presidente de la (mal llamada) Generalidad, Salvador Illa, en diciembre pasado, para contentar a los Comuns y conseguir su voto a favor en los Presupuestos públicos. Sin embargo, la aprobación de esta medida no es suficiente y los convocantes han exigido un mayor control del precio de los alquileres.

El Círculo Carlista de Barcelona ya trató la cuestión en un artículo de Josep de Losports y en una conferencia de Gonzalo J. Cabrera.

La ruptura del orden económico tradicional por parte del capitalismo (liberalismo económico) alumbró una «economía del revés»: ahora, los medios se encumbran como si fueran fines y se idolatran los pecados (la codicia) y los vicios (el egoísmo) como si fueran virtudes. Así, la vivienda abandona su carácter de primer bien de consumo para convertirse, equivocadamente, en objeto de lucro y negocio.

Ante esta corrupción liberal moderna, surgieron las izquierdas como reacción. Pero, al compartir sus mismas premisas (la autodeterminación del hombre y la destrucción del orden cristiano), sólo sirven para alimentar la acción liberal y profundizar aquella corrupción.

Por ejemplo, la legislación de limitación de precios del alquiler solicitada por los Comuns y aprobada en el D-L 01/2025: una medida populista que produce el resultado contrario al aparentemente deseado. Así es, por el «efecto imán», esta limitación de rentas tiende a equipar los precios: los más altos se rebajan por normativa pero, al reducir la oferta de vivienda, el mercado eleva los precios más bajos, por lo que finalmente se equiparan los precios.

En consecuencia, esta política de limitación forzosa de precios del alquiler no es operativa porque no ataja de raíz el problema: el precio del alquiler es un reflejo, un síntoma, de los precios de compra.

Tampoco los fascismos —identitarismos, el mundo facha en general— son capaces de combatir aquella corrupción liberal, pues igualmente comparten sus mismas premisas y tienen su razón de ser en el objeto que combaten y no tanto en el de su defensa.

La solución comienza por volver a la concepción clásica de propiedad —opuesta a la liberal—, y a instituciones como la propiedad comunal, la gremial y la familiar. En definitiva, volver a la Tradición.

Sin embargo, dentro del sistema actual, es posible aún tomar algunas medidas: fiscales (establecer un impuesto que grave la especulación), estratégicas (fomentar la distribución de la población por todo el territorio, mediante la creación de servicios públicos de buena calidad fuera de los actuales centros demográficos) y la construcción de vivienda de protección oficial.

Agencia FARO / Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau

diumenge, 6 d’abril del 2025

Santa Misa en el primer aniversario luctuoso de D. Luis Infante

 

 

Santa Misa en el primer aniversario luctuoso de D. Luis Infante


En Barcelona, el próximo sábado 12 de abril, a las siete de la tarde, en la capilla de la HSSPX de calle Vallespir número 118 de la Ciudad Condal




El próximo 8 de abril de 2025 se cumple el primer aniversario del fallecimiento de nuestro querido y añorado D. Luis Infante, miembro de la Secretaría Política de Don Sixto y gran maestro de carlistas.

Con este motivo, el Círculo Tradicionalista de Barcelona encomienda una Santa Misa de aniversario por el eterno descanso de su alma, que se celebrará (D.m.) el próximo sábado 12 de abril, Sábado de Pasión, a las siete de la tarde (19:00h.) en la Capilla de la Merced, de la HSSPX: calle Vallespir número 118, de Barcelona.

Durante este primer año ya se han celebrado varias Misas públicas por su alma: la Misa de Réquiem en Gijón y entierro el 10 de abril de 2024, otras Misas en Salamanca, en Segovia y en Nápoles el 14 de abril de 2024, y en Madrid el 27 de abril de 2024, etc. Además de innumerables Misas privadas.

Igualmente, sendos obituarios —escritos por D. Miguel Ayuso— fueron publicados en LA ESPERANZA y también en EL DEBATE, pocos días después de su fallecimiento.

De la misma forma, varios homenajes: su evocación en la sesión de las Conversaciones de la Esperanza el 27 de abril de 2024. Su recuerdo especial en el LIV Encuentro Tradicionalista de Civitella del Tronto el 11 y 12 de mayo de 2024, organizado por el Círculo de Nápoles. Un video homenaje publicado en el canal de YouTube de LA ESPERANZA el 15 de mayo de 2024. Un excelente artículo de D. Félix M.ª Martín Antoniano, publicado en tres partes (primera, segunda y tercera), puso de relieve la ortodoxia católica y la lealtad monárquica de nuestro querido Luis Infante. Su conmemoración durante los actos centrales por los Mártires de la Tradición celebrados en Valencia el pasado 1 de marzo de 2025, durante los cuales se repartieron a todos los asistentes ejemplares de las Efemérides carlistas publicadas por Agencia FARO durante años, y recopiladas y editadas ahora por los carlistas italianos; etc.

Con esta Misa de aniversario del próximo sábado 8 de abril, los carlistas catalanes nos unimos al sentir de la Comunión.

Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau

 


 

dissabte, 5 d’abril del 2025

Crónica de la sesión sobre Francisco Canals Vidal, expuesto por el Dr. Pere Pau

 

Crónica de la sesión sobre Francisco Canals Vidal, expuesto por el Dr. Pere Pau



Dentro del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo»




El pasado 2 de abril de 2025 tuvo lugar una nueva sesión del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo». En esta ocasión, se estudió a Francisco Canals Vidal (1922-2009), Doctor en Filosofía (1952), en Derecho (1956) y en Teología (1981), catedrático de Metafísica en la Universidad de Barcelona (1967-1987), discípulo de Ramon Orlandis, impulsor de la revista Cristiandad (Barcelona) y colaborador de la revista Verbo (Madrid).

Fue expuesto por el Dr. Pere Pau, médico y poeta. La sesión tuvo lugar a las seis y media de la tarde, en el Centro Cívico Pere Quart, de Barcelona, tal como ya se había anunciado.

Nuestro correligionario Gabriel Sanz Señor presentó al ponente, Dr. Pere Pau: nacido en Sentmenat (diócesis de Terrassa), es médico de profesión y poeta. Fue nacionalista e independentista (rectius, secesionista) en su juventud, pero la lectura de Torras y Bages le hizo descubrir y abrazar el tradicionalismo y, en consecuencia, superar aquellos errores de juventud. Tras esta breve presentación, Gabriel cedió la palabra al ponente.




El Dr. Pere Pau inició su intervención con una breve introducción de la vida y obra de Francisco Canals, uno de los mayores maestros catalanes tradicionalistas de la segunda mitad del siglo XX. El ponente puso de relieve los hitos de su vida académica y citó las referencias sobre las que se fundamenta la conferencia: La tradición catalana en el siglo XVIII: ante el absolutismo y la ilustración (donde Canals expone la lucha de Cataluña por su constitución natural o tradicional frente a la modernidad) y Catalanismo y Tradición catalana (recopilación de artículos publicados en las revistas Cristiandad y Verbo, donde Canals confronta la tradición catalana con la moderna interpretación nacionalista, que desvirtúa aquella tradición).

A continuación, abordó la historia política y filosófica de Cataluña en el siglo XVIII, especialmente la guerra de sucesión, que representó una guerra en defensa del orden tradicional frente al absolutismo y al despotismo, es decir, frente a la modernidad que se quería imponer en Cataluña y en el resto de las Españas, contra su naturaleza originarias.

Para ilustrarlo, el ponente leyó fragmentos de Canals y testimonios de la época, que mostraban el espíritu de la lucha y de las reivindicaciones que llevaron a los catalanes a un acto de heroismo de lucha hasta el final.

Mostró la interpretación nacionalista que actualmente se realiza de estos acontecimientos históricos y expuso las tesis principales del nacionalismo catalán leyendo fragmentos de Enric Prat de la Riba y su obra La nacionalitat catalana. También explicó el principio nacionalista de nación, el cual pretende mantener el ser pervirtiendo la esencia. A modo de ejemplo, explicó cómo el nacionalismo catalán encuentra en la lengua catalana el elemento esencial de su nacionalidad («la nació és la llengua»), cuando observamos otras naciones que no tienen lengua propia, o que han mudado de idioma, sin perder por ello su esencia nacional, como es el caso de Irlanda.

Frente a ello, se opusieron —siguiendo los textos de Canals— los principios tradicionalistas que desmontan los errores de la ideología nacionalista, y se mostró cuál es la verdadera definición de nación: la Tradición. El ser hijo de un determinado patrimonio. Se trata de un término social y cultural: una sucesión de hombres, presentes, pasados y futuros... una saga, un conjunto de personas, dentro de un territorio, que ha vivido de forma particular y que se ha adherido a un patrimonio común. El elemento vivificador que ha hecho surgir y ha alimentado esta tradición, es la Fe. El espíritu catalán, lo medular de nuestra esencia, es el ser cristiano. Todo lo demás (el idioma, las leyes, las instituciones, el sentimiento, etc.,) muda; son elementos que se superponen, sí, pero todos ellos se alimentan de su fundente: en el caso de Cataluña, ese fundente es la Fe cristiana, la Iglesia y el tomismo. Y esta esencia, esta sustancia, este espíritu, es «el que fa la cosa» y, si desapareciera, desaparecería la nación aunque se mantuvieran los elementos no esenciales.

Se opuso, de esa forma, el tradicionalismo (esencia de Cataluña) con la ideología nacionalista catalana (hija de la modernidad) que es uniformizadora y pretende unirnos a los catalanes en una construcción artificial que es ajena a nuestra naturaleza.

El ponente amplió y comparó las tesis de Canals (mediados siglo XX) con las de Torras y Bages (finales del siglo XIX) como complementarias. Y, a modo de recapitulación final, leyó y explicó estas palabras de Canals:

«España, considerada como Estado, es un reino unido por el proceso histórico. En el plano nacional es un unidad de pueblos y de tierras con una sola vocación y un destino universal. Ningún país o pueblo o nación de los que integran la unidad hispánica tienen hoy derecho a la autodeterminación y esto es por una doble razón: porque es un concepto inadecuado y confuso el de nacionalidad, tal como se forjó por el idealismo romántico; y, además, porque son en sí mismos principios falsos el de soberanía del pueblo o el del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. Tampoco tienen derecho de disponer de sí mismos, en el aquel sentido, ni los esposos, ni los padres, ni los hijos, ni los pueblos. El reino de España y el Estado español, carecen de derecho para transformar, para deformar o para confundir la diversidad de tierras y de pueblos hispánicos. Es también falso el principio de la omnipotencia del Estado y el de su derecho a conformarse con planificaciones impuestas los pueblos sobre los que rige y a los que sirve».


Canals, en conclusión, afirma que el nacionalismo es al amor patrio lo que el narcisismo es al amor humano: un egocentrismo desordenado en lo afectivo, que termina por destruir a la persona en éste caso, o a la nación en aquél.

Concluida la brillante exposición del Dr. Pere Pau, se inició un animado turno de preguntas, que se alargó hasta la hora de cierre del Centro Cívico.

Finalmente, el Jefe del Círculo, J. Escobedo, anunció las próximas actividades del Círculo, a las que todos quedan invitados: la conferencia «liberalismo y tradicionalismo ante el delito y la delincuencia», a cargo de Antonio Peña, el próximo sábado 26 de abril; y la sesión sobre Francisco Elías de Tejada, del curso «Maestros catalanes del tradicionalismo», a cargo de Artur Llinares, el jueves 8 de mayo.

Otros maestros ya estudiados durante este curso han sido: Vicente Pou y Marca (1792-1848), Melchor Ferrer Dalmau (1888-1965), Félix Sardà y Salvany (1841-1916) y Juan Vallet de Goytisolo (1917-2011). Y, próximamente, Francisco Elías de Tejada (1917-1978) y Josep Torras y Bages (1846-1916).

El curso está organizado por el Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramón Parés y Vilasau, de la Comunión Tradicionalista.

Círculo Tradicionalista de Barcelona Ramon Parés y Vilasau